miércoles, 1 de octubre de 2014

El mundo Hopper holofónico

Nuestro afán de encontrar nuevas tecnologías que nos ayuden a la traducción que estamos haciendo de la técnica de Hopper se ha topado con algo interesante. Como hemos hablado, nos llama particular atención su capacidad de hacer que el espectador de sus cuadros se sienta partícipe de la realidad depictada de una forma un tanto omnipotente e incómoda, sobre todo en sus cuadros sobre escenas de la vida cotidiana en la que sus personajes están completamente inconexos y desarticulados entre sí y del mundo, y este espectador es el único consciente de ello. Esta tensión es clave si la insertamos en la complejidad histórica de la época: la gran depresión norteamericana de los años 30.

Entonces, encontramos una técnica desde el sonido que se nos presenta como el motor que puede hacer la diferencia en nuestro audiovisual al ofrecer una experiencia de espacialidad completamente realista, innovadora y tridimensional: la holofonía.


Tal vez muchos hayan oído hablar de ella, pero otros seguro que no. Yo personalmente la descubrí hace un par de años cuando vivía en Alemania y me invitaron a hacer una ponencia sobre nuestro país en una conferencia de intercultura en la ciudad de Bad Honnef, cerca de Bonn. Pensé que el 99% de las ponencias que un ser humano tipo ve sobre la Argentina en el mundo tiene que ver con el Tango, la carne, Maradona y Evita, y me pregunté qué más podía ser atractivo para exponer de mi país. Entonces, hice una lista con 10 inventos argentinos que innovaron en su género e hicieron historia. Entre ellos, fue formidable sorpresa encontrar a la holofonía, de la mano del para mi entonces desconocido Hugo Zucarelli. Me voló la cabeza, al igual que al resto de los asistenes que se quedaron estupefactos y hasta no me creyeron que se trataba de un invento Argentino.


Ahora: ¿qué es la holofonía? Es una técnica que permite crear un efecto de sonido en tres dimensiones prácticamente real con tan sólo dos canales de sonido (funciona mejor con auriculares pero no son esenciales). El sistema fue inventado en los años 90 por Hugo Zucarelli, que consiguió este efecto simulando en una cabeza de un maniquí un oído humano, usando en lugar de oídos unos micrófonos especiales, logrando así grabar el sonido de la misma forma en que escucharía una persona. Obviamente no es tan simple como es, sino que el efecto completo se logra combinando todo esto con una señal que es prácticamente inaudible pero que activa sensores del cerebro que se encargan de generar la espacialidad tridimensional a partir del sonido (algo así como el sistema de ecolocación que han desarrollado los delfines: increíble!)


Hugo Zucarelli habla de que 'la holofonía llega más al cerebro que al oído, porque genera sensaciones acústicas más profundas que la propia persecución del sonido'. Con un par de auriculares que teóricamente dan dos canales, izquierdo y derecho, se puede conseguir efecto de espacialidad en 360 grados, arriba, abajo, adelante y atrás. Hay dos teorías que encuentran una posible explicación a tal maravilla, que las explicaré en la clase cuando nos toque exponer. Dejo un ejemplo para que puedan escuchar con auriculares. Cierren los ojos!


A que vá todo esto: creemos estamos convencidos de que un producto audiovisual con sonido holofónico nos permitiría ahondar más en esa relación espectador-cosa, no sólo espectador sino también partícipe de una situación incómoda en la que algo va a pasar pero no se sabe qué, y uno, además de ser consciente, es cómplice. Por eso, estuvimos haciendo experimentos de grabación con dos micrófonos condensadores, pero al final nos pusimos en contacto con el mismísimo Hugo Zucarelli, para pedirle consejo y explorar posibilidades, quién nos contestó (!!!!!!) que se encuentra de viaje pero que le encantaría colaborar con el proyecto, así que mantenemos el contacto mientras continuamos trabajando en este aspecto. Además, pensar a Edward Hopper desde el sonido como fase principal nos da un extra ya que los cuadros no tienen sonido y por tanto deben ser 100% transposición de estilo y clave.

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