miércoles, 15 de octubre de 2014

El Hopper entregado

La nada misma no alcanza y quedó claro y entonces surgió la pregunta de qué sucedería si una 'nada' se juntara a un 'todo', demasiado agobiante tal vez y de ahí surgió no sólo un equilibrio en cuanto a nadas y todos sino una tensión debido al contraste del vacío con el lleno, y esa situación que buscamos desde un principio, sólo que a la inversa: en vez de uno invadir, uno es invadido.

El sonido que es la base de nuestro trabajo tiene un par de puntos que cabe destacar. Las voces que atormentan al personaje, que son símbolo de la sociedad mediática postmoderna que nos engulle, mezcla de idiomas, géneros, timbres e intensidades, fueron grabadas con un sistema de microfonía estéreo y a este material aplicado un algoritmo de paneo constante, para conseguir el efecto de 'dentro de la cabeza' sin tener que recurrir necesariamente al sobreexplotado recurso de reverberación. Los sonidos diegéticos conservan una sonoridad monoaural para crear contraste. Por otra parte, lo que intentamos generar en la segunda sección (luego del 'clic) fue un 'color hopper electrónico', que nos ayudara a construir nuestra tensión, a la par de la tensión Hopperiana. Para la traducción intentamos entonces posicionarnos en 'un pincel desaturado, apagado, monótono pero algo sucio, inquietante' y generar un sonido de esas carácterísticas, mezclando tonos puros de frecuencias casi coincidentes, con otras en aumento, lo que ocasiona un terrible esfuerzo y estrés por parte del cerebro que intenta 'juntar' todas las señales cercanas, sin éxito, por supuesto.



(como curiosidad, las voces leen: Image, Music, Text de Roland Barthes (Inglés), Magellan de Stefan Zweig (Alemán), La metamorfosis de Kafka, Curso de Lingüística General de Saussure (Español), Mulheres de Bukowski (Portugués) y La Stratégie du choc, de Naomi Klein (Francés)).

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