martes, 3 de junio de 2014

Mabel documental + Bodegón

El tiempo sigue corriendo, continúo conociendo a Mabel y, siguiendo la línea documentalista con la que me he involucrado, descubro aspectos que hacen más profunda esa característica de no lugar que la define, esa necesidad de estar en otro lado, más allá, pero lo más interesante quizá es el muñeco que surge de entre sus pertenencias, que incluyo en el bodegón, que la representa de una forma muy particular.
La figura en cuestión es una figura votiva japonesa llamada Daruma, sin brazos ni piernas, que representa a Bodhidharma, el primer patriarca y fundador del Zen.
La figura tampoco tiene ojos, sino espacios para que éstos sean pintados. El primer ojo se pinta cuando el dueño del muñeco tiene una meta o un deseo a cumplir, y el otro se pinta cuando se ha cumplido. Un Daruma con un sólo ojo pintado no sólo sirve para dar cuenta del deseo sino como recordatorio de que hay que cumplirlo. Un excelente condensador de lo que veo en Mabel. En cuánto al retrato, he afinado algunos puntos de espacio y me he centrado en su mirada, que es sin duda el conductor principal de todo este deseo suspendido.



No hay comentarios:

Publicar un comentario